UNA ESPIRAL DE CREATIVIDAD.

Historias de emprendimiento.

¡Saludos estimados lectores! Bienvenidos a la tercera entrega de la sección “Historias de Emprendimiento”. Agradecemos mucho la recepción que hemos tenido y eso nos motiva a esmerarnos en la búsqueda de grandes historias de emprendimiento, por ello, en este número no será la excepción.

Todos alguna vez fuimos niños y teníamos alguna actividad que nos encantaba hacer, por ejemplo: andar en bicicleta, jugar fútbol o simplemente salir a divertirte con los amigos. Hubo un niño en especial, llamado Héctor, al cual le gustaba mucho dibujar; seguramente nunca se imaginó que esa actividad la seguiría desarrollando ya siendo adulto, ni mucho menos, que ello se convertiría en un negocio. Hoy les voy a presentar un interesante proyecto llamado: “ESPIRAL”.

La mente creativa y fundador de Espiral, es Héctor Sinuhé, un joven de treinta y tres años, quien es egresado de la UNAM, en la carrera de comunicación. Se puede decir que este muchacho es versátil, cual navaja suiza. No solamente dibuja, también es un ávido lector, le gusta correr (no solamente para alcanzar al camión como hacemos muchos) sino como deporte. Otro de sus fuertes es la música, arte con el cual también desprende mucho talento, pero eso lo dejaremos para otra ocasión. Pero lo más importante y es lo que nos interesa, es un excelente emprendedor.

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Saludos Héctor, para iniciar esta entrevista me gustaría preguntarte ¿de qué va Espiral?

H: “Está básicamente dedicado al dibujo, al diseño, a la pintura, a la personalización de diversos objetos con temas variados, que me solicitan los mismos clientes. Básicamente, la tarea de Espiral es personalizar todo objeto que se pueda personalizar. Poco a poco he ido sumando cosas nuevas a los productos que ofrezco. Esa parte, pasó de ser un hobbie o un complemento, a ser algo que pretendo hacer crecer mucho más. Cabe resaltar que llevo siete años con el proyecto.

¿Cómo es que nace Espiral?

H: “Siempre me ha gustado la lucha libre, pero entre el 2010-2011, tuve una etapa en la que estuve mucho más inmerso. Primero, porque con la tesis que me titulé, es sobre lucha libre y me involucré mucho en ese mundo; iba mucho a eventos, expos y conocí mucha gente del ambiente. Había en ese momento muchas exposiciones, donde todos los que tenían algún producto o haciendo algo referente a la lucha libre, podían exponerlos. Ahí encontré algunas cosas, a mi parecer, que podía mejorar. Entonces empecé a pintar y hacer otras cosas, con tema de lucha libre mexicana y le di vida a un primer proyecto que se llamaba “Viva la Lucha”, en donde customizaba algunos muñecos de juguetes, lapiceros, o alcancías, con única y exclusivamente el tema de la lucha libre mexicana, por ejemplo, máscaras y todo eso. El proyecto tuvo éxito, tuve bastantes clientes, incluyendo luchadores profesionales para los que hice productos que ellos después vendían en sus eventos o en exposiciones.

Llegó un momento en el que la gente me empezó a pedir otros temas, básicamente, los mismos productos que yo hacía, pero con temas diferentes. Al principio, eran muy contados, yo estaba como muy enfocado al público al que había logrado alcanzar, (clientes ya bien amarrados) y poco a poco fue creciendo la demanda de otros temas que no fueran necesariamente de lucha libre, hasta que lo rebasó.

Por tal motivo, llegó el momento en el que ya me dedicaba a cualquier tema, menos a la lucha libre mexicana. Entonces sentí la necesidad de abrir el panorama a otras cosas, por eso es que le pongo “Espiral” al proyecto, mismo que evoluciona en agosto del 2013.

Le puse Espiral porque, el espiral comunica movimiento, comunica evolución y este sería como la evolución de “Viva la Lucha”, de pasar de un proyecto con un tema en específico a un proyecto donde, pues, no hay prácticamente un límite, la gente puede pedir el tema que quiera y lo puedo desarrollar, afortunadamente, sin mayor problema. Así es que nace Espiral, en donde ya empecé a agregar todavía más productos, ahí fue cuando empecé a meter los tenis pintados, que fue digamos, el punto fuerte durante muchos años de Espiral.”

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Antes de la entrevista me di una vuelta por tu página y todos tus productos son hechos a mano, quisiera preguntarte ¿Con que materiales sueles trabajar?

H: “Más que hechos a mano, son pintados o modificados de esa manera, de forma manual, artesanal, digamos. Suelo trabajar, desde madera, plástico o cerámica. Prácticamente todos los materiales son productos, digamos finalizados, y yo me doy a la tarea de modificarlos con los temas que el cliente quiera y aplicó diferentes técnicas. La técnica principal para modificarlos es la pintura a mano, a pincel, básicamente con acrílicos. Hace un par de años que empecé a involucrarme con la parte digital, estoy ilustrando también de forma digital, y bueno empecé a manejar algunos productos que pudiera ofrecer con esa técnica.

Retomando un poco lo mencionado hace rato, si no es indiscreción, ¿Cuáles luchadores han sido tus clientes? ¿No llegaste a pensar, chin… me va a pedir derechos de autor?

H: “Básicamente fueron luchadores independientes, no necesariamente reconocidos. La gente casi siempre identifica más a los luchadores que trabajan en una de las empresas más grandes de México. Trabajé con, creo que uno de los más importantes, el “Cirujano”, que es alumno de “Blue Demon”, (del papá). También con un luchador que se llamaba el “Toro Matancero”, con un luchador que se llama “El Practicante”, y todavía de repente trabajo para “El Espantapájaros”, y para “Guerrera Isis”

En realidad, no me preocupaba tanto el tema de derechos de autor porque nunca he trabajado algo de manera, como en serie, para ventas masivas, o ventas grandes, para explotar la imagen de un luchador, casi siempre son piezas únicas.

Eso me parece muy bien, tal vez mi siguiente pregunta sea un poco extremista, pero ya que tus creaciones no son de producción masiva, sino piezas únicas, quiero entender que tus clientes no van a encontrar dos piezas iguales, entonces ¿No tienes, por así decirlo, un catálogo en el cual yo pueda seleccionar una pieza y llevármela en el momento?

H: “Sí, básicamente puedo hacer el mismo diseño varias veces, pero siempre va a haber alguna particularidad. Es una pieza única, pintada o modificada a mano, y siempre va a tener como esa característica, que no va a haber otra pieza igual en el mercado. Por mas que me empeñe en hacer el mismo diseño miles de veces, siempre hay una particularidad. Es un trabajo que exige bastante tiempo (horas); primero de práctica (para dominar la técnica) y segundo, para la elaboración del trabajo; es una exigencia fuerte de tiempo.

Ese es el motivo por el cual no había podido desarrollar del todo el proyecto, siempre había estado ahí como complemento, hasta como terapia. Me puedo pasar horas pintando, haciendo cosas con arcilla y hay cosas que llego a modificar (con arcilla) sobre todo algunos muñecos y se me olvida prácticamente todo. Entonces, si, todos los productos que hago son únicos y es parte del valor extra que tiene todo lo que ofrezco en Espiral.

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Anteriormente me mencionabas que aplicas diferentes técnicas a tus creaciones ¿Cómo es que aprendes las mismas? Digo, ¿Te vas metiendo a cursos – talleres o simplemente te avientas como gordita en tobogán?

H: “Prácticamente todo ha sido aventarme como el Borras. Primeramente, dibujo desde niño, desde que me acuerdo. Dibujaba lo que veía y me gustaba: algunos paisajes, personas o personajes; poco a poco fui desarrollando, obviamente, más facilidad para hacerlo y para plasmar prácticamente lo que fuera; algún estilo que me gustaba lo practicaba hasta que me salía, algún tipo de caricatura en especial.

Lo de los acrílicos, como te comenté anteriormente, al principio vi las cosas que algunos hacían y ofrecían en los bazares de lucha libre, prácticamente, fue ver que estaban haciendo, cómo lo estaban haciendo y aventarme. Me lancé a comprar materiales, fui a comprar pinceles, pinturas, sin saber prácticamente nada, sin nunca antes haber pintado con acrílicos y echando a perder muchas piezas, muchas cosas; preguntando a personas que pintaban en acrílico sobre tela. No necesariamente sobre tenis y gorras, que es uno de los fuertes de Espiral, pero que si ya había trabajado algo en textiles.

Todo fue básicamente prueba y error, hasta el punto en que estuve conforme con los resultados. Obviamente, las primeras cosas que hice, fueron para regalar o para mí o únicamente para tomar fotos. Casi siempre me quedaba con algo, y lo usaba como muestra; lo sigo haciendo. Hay cosas que me gustan, temas que en el momento me pasan por la cabeza, y hago una pieza o una ilustración o una gorra, o ahora que estoy un poquito más experimentando con esta técnica de ilustración en papel. Una vez hecho, le tomo fotos para ir viendo el impacto que tiene, primeramente, en mis amigos (casi siempre lo subo a mi Facebook personal) y si funciona, entonces ya con esa prueba lo comienzo a mover en la parte de Espiral.

Prácticamente en todas las técnicas que manejo para la elaboración de mis productos, soy autodidacta. No he tomado ningún curso para esto, ni cuando era niño, ni ahora; tampoco de dibujo, ni de pintura. Para la ilustración, compre unos cursos cuando ya empecé en la parte digital, pero porque no dominaba algunas herramientas: como la tableta para digitalizar, ni había descubierto tantas bondades del Photoshop, por ejemplo, para otra cosa que no fuera fotografías; es una de las principales herramientas que uso para ilustración digital. Toda la parte artesanal – manual, es totalmente autodidacta e investigando por diversas fuentes, pero sobre todo equivocándome y echando a perder muchas cosas.”

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Voy a regresarme un poco en el tema, ya que tengo curiosidad en saber ¿Cómo fueron tus primeros pedidos en Viva la Lucha? Me explico, tu ¿decidiste hacer “x” número de piezas y las anunciaste en redes o las llevaste directamente a algún lugar? o ¿Cómo es que sabías que llevar o qué hacer al dar tus primeros pasos?

H: “La verdad es bastante complicado, sobre todo en un público tan especifico, porque todavía considero que son muy pocas las personas que hacen este tipo de trabajo, con un tema tan especifico, y arraigado como es la lucha libre mexicana.

Las primeras piezas que hice de la lucha fueron regalos. Se los regalaba a mis amigos, hermanos, cosas para mí mismo, siempre les pedía que tomaran una foto, que la compartieran y que me etiquetaran. También, me ayudó mucho, el hecho de estar tan metido e involucrado en el tema de la lucha libre, ya que tuve la fortuna de hacer varios amigos en el ambiente, que todavía algunos los conservo.

También hice algunas piezas de regalo para ellos y ellos también se dieron a la tarea de recomendarme con otros; entonces, otros me empezaron a pedir (las páginas de los luchadores casi siempre tienen bastantes seguidores), entonces ellos empezaban a subir sus figuras y la gente se las empezaba a pedir, por ende, ellos me daban trabajo a mí y de esta forma me encontraban otras personas, otros luchadores, o aficionados.

 “Viva la lucha” nunca tuvo mucho público en las redes sociales, nunca logró despuntar, al menos en el tema de números, pero si era conocido en el ambiente, por lo menos en el tema independiente de aquí en la Ciudad de México. Logré darme a conocer con bastante gente, con esto de regalar y después pedir que me recomendaran. En “Viva la Lucha” nunca utilicé publicidad pagada de Facebook, digamos, eso me hace sentir todavía más satisfacción, porque usé los medios que tenía en ese momento, que no era otro, más que mi propio trabajo. Si a alguien le gustaba la recomendación, (que yo creo que sigue siendo de las publicidades más efectivas – que alguien crea en tu trabajo, en tu talento), lo comparta para que otros más se puedan contagiar de eso.

Viva la lucha, así fue, completamente por recomendaciones y bueno llegó al punto de tener su fama, hasta que se vio rebasado por el gusto de las personas, que ya no solamente querían temas de lucha libre, querían mayor variedad, tanto de productos, como de temas a desarrollar y hasta técnicas. En Viva la lucha manejaba prácticamente todo en pintura con acrílico, ya en Espiral, empecé a manejar más productos y por ende, a desarrollar técnicas diferentes, como por ejemplo, modelar con arcilla para modificar algunos muñecos para darles volumen o incluso después lo del papel.”

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Curiosamente de eso hablábamos en el número anterior, de la recomendación de boca en boca y como es que esto genera un poco más de confianza en los consumidores. Es como si sintieran, por así decirlo, que tienen una garantía. Pero bueno, ahora bien, ya tienes tu página de Facebook, ahora como Espiral, el proyecto ha ido creciendo, te pregunto ¿Sientes que te han ayudado las redes sociales a subir tus ventas o que de alguna forma te hagan el trabajo más fácil? Esto a diferencia de como trabajabas en Viva la Lucha Libre.

H: “Sí y no. Fíjate que, las redes sociales, (principalmente Facebook), me ayudaron a salir de una zona de confort. Digamos, ya estaba establecido, con clientes y un público al que le gustaba mi trabajo, aquí en la Ciudad de México. Con las redes sociales, creció a lugares que jamás imaginé. Me refiero a que mi trabajo llegó a gustar en otros estados, por ejemplo, hice envíos de mis obras a Monterrey, Tijuana, Veracruz, Puebla, Cancún y Estados Unidos. Así que esto me ha ayudado a expandirme y ver más allá de mi propia nariz.

En ese sentido, si ha sido un impulso muy grande las redes sociales, ahorita ya tengo casi siete mil trescientos likes en Espiral, siento que es mucho. Sobre todo, tomando en cuenta que soy el que ve las redes sociales, el que diseña todo, el que hace todo el trabajo, hago las entregas; prácticamente soy desde intendencia hasta dirección. Por ello, me parece que es un logro considerable. Obviamente la idea es crecer más.

Hay mucha diferencia marcada con “Viva la lucha”, ahí tenía un público muy específico, en Espiral no. Ahora bien, Espiral, no tiene límite, el único es la imaginación de la gente, ya sea que me pidan cosas comunes o algo más loco o atrevido, y aun así las puedo desarrollar. Las redes sociales me permiten precisamente llegar a esas personas que andan buscando algo único, diferente y que no necesariamente están en mi entorno cercano.”

Tocas un punto muy importante, que es el público al que va dirigido tu producto, te pregunto, conforme a los pedidos y ventas que has tenido en Espiral, ¿Cuál sientes que es tu target? ¿Te compran más hombres o mujeres, y más o menos que edad es la que predomina? Y digo, ya aprovechando que andamos en eso, ¿Cuál es el producto más solicitado?

H: “Principalmente es un público joven, la edad es de entre veinte y cuarenta y cinco años, aproximadamente. En su mayoría son mujeres. El producto más fuerte siempre han sido los tenis.

Siento que las mujeres tienen mayor afinidad con los trabajos artesanales, valoran el tema de ser detallistas. Casi todas las veces que me compra una mujer, tienen este asunto de decirme es que es para un regalo, entonces mi público principal anda por ahí. Ellas casi siempre lo hacen por tener un detalle diferente con alguien, llámese pareja, papá, mamá, hijos, pero en general es un público que considero joven. Obviamente también me compran hombres, pero en este caso predomina el que es para ellos. Pondría un setenta por ciento mujeres y treinta por ciento hombres. Al día de hoy, los tenis han sido los productos más vendidos, en Espiral, de ahí siguen las gorras y después todo lo demás ya con porcentajes mucho menores.

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Ahora que mencionas lo de los tenis. Recuerdo que hace algún tiempo diste un taller sobre pintura de tenis, algo así. ¿Cómo te fue en ese taller? ¿Has tenido la idea de volver a abrir en un futuro un taller igual?

H: “Si, hubo una oportunidad hace un par de años fue en “Punto Magenta” que era como una casita de cultura. Tuve la fortuna de llegar ahí y poder dar un pequeño taller de esa técnica, precisamente de los tenis. Estuvo bastante bien, en realidad no fue mucha gente, pero estoy muy contento con el trabajo y los resultados que hubo en el taller. Evidentemente, el taller tampoco era muy económico como para que llegaran tantas personas, ni la fama de Espiral era mucha en ese momento, pero el resultado fue bastante bueno, creo que entendieron bien la técnica.

No sé si estas personas que asistieron al taller le dieron continuidad, al menos como para ellos, pero en el momento se lograron cosas bastante interesantes. Posteriormente intenté dar el taller, nuevamente en otro lugar, (en el que actualmente estoy como colaborador), se llama “La Calaca”, pero ha resultado un poco complicado poder llevarlo a cabo, no se ha repetido ya el taller. Claro que me encantaría abrirlo, volver a presentarlo como una opción para que la gente lo pueda desarrollar en su casa; hay muchas personas que gustan de este tipo de actividades y porque no, verlo como una posibilidad de negocio, tal como se me presentó a mí en algún momento, y que pueda ayudarlos a desarrollar un proyecto interesante y beneficiarse de él, como me ha pasado a mí.

Ahora bien, ya hablamos de lo bonito del proyecto, pero como dicen, no todo es miel sobre hojuelas. ¿Qué problemas has encontrado a lo largo de tus proyectos (viva la lucha y espiral)? y en su caso ¿cómo los has ido resolviendo? Digo ya que estamos en todo esto de las tragedias, también, por ejemplo, ¿cuál ha sido el cliente más molesto? finalmente, para concluir con esto de los problemas ¿Cómo te ha afectado esta pandemia?

H: “Pues el problema de Viva la Lucha, fue empezar. Al iniciar te encuentras con que tienes que saber cómo administrarte, ya sea en tu economía, tiempos, en saber cuánto invertir o disciplinarte. Hasta hace poco tenía un trabajo estable en la oficina, y eso también me hizo de alguna forma tomar la decisión de dejar mis proyectos como en segundo plano y no acabar de explotarlos como me hubiera gustado. Estos siempre fueron como mi noción de un refugio, de un escape, de una terapia, pero no de un negocio; entonces, de alguna forma el proyecto se fue estancando, y pues hubo largas temporadas en que no lo exploté tanto como creo que se pudo realizar. Con “Viva la lucha” creo que el tema fue empezar y darme cuenta de todo lo que conlleva un proyecto así.

Todo esto se magnificó cuando empecé Espiral y cuando la gente empezó a buscar más cosas. Comenzaba a tener ciertos conflictos con mis actividades, (también trabajo en la música), entonces, hubo temporadas de mucha demanda en Espiral, de mucho trabajo en la oficina y de mucho trabajo en la música. Obviamente tenía que poner prioridades, una de ellas pues obviamente era dormir; ya estaba durmiendo muy poco, estaba comiendo mal, estaba trabajando todo el día.

En los viajes de trabajo cargaba con tenis, pinceles, pinturas, entonces, en algún momento, si llegue a pensar en dejarlo, pero la verdad es que nunca he tenido que llegar a esa decisión, porque siempre ha sido mi refugio, mi forma de estar bien conmigo y de pasarme horas conmigo. No solamente es estar pintando, es estar pensando en muchas cosas, no solamente en lo que estoy haciendo. Creo que esos son los problemas más grandes a los que me he enfrentado con ambos proyectos.

Fíjate que, hasta eso, con los clientes, no he tenido un cliente tan quisquilloso; obviamente, hay algunos que me piden pues algún tipo de corrección, pero siempre ha sido algo mínimo, algo que no sale de mis manos, ni de mi paciencia, (afortunadamente creo que es bastante). Casi siempre he tenido la fortuna de que mi trabajo guste y de que muchos clientes me den completa libertad. Hay clientes que son muy específicos, en quiero esta imagen, así como esta, plasmada en un tenis y me enfoco a eso, a plasmarla tal como está; pero también tengo otro grupo de clientes que me dice quiero este tema como tu consideres mejor, desarróllalo. Así también tengo la fortuna de que les guste mi visión, del producto con el tema que les ha gustado.

Ahora bien, sobre la pandemia, han sido como dos etapas: la primera, pues tenía un trabajo estable en la oficina, ahorita ya no cuento con él; evidentemente tenía que estar trabajando, ya sea en la oficina o desde casa, entonces, también el proyecto seguía la misma tendencia de estar en segundo plano.

Después, por la baja de demanda en el trabajo de la oficina, empecé a contar con más tiempo, y en mi tiempo libre, si algo disfruto es estar con mi proyecto: llámese música o llámese Espiral o lo que se me ocurra. Entonces tuve tiempo para retomar algunas cosas que dejé inconclusas y darme, otra vez, cuenta del potencial que puede llegar a tener este proyecto y que lo he ido dejando de a poco o por temporadas, dependiendo de lo que esté haciendo. La segunda parte, fue de verlo como, lo que tal vez nunca lo he visto, una pequeña empresa, un negocio, e intentar, ahora si con mayor conciencia, con mayor conocimiento, y con más cosas aprendidas (en cuanto a técnicas que puedo utilizar para ofrecer nuevos productos). vaya, darle más vida a Espiral que siempre ha estado ahí. De alguna forma siempre ha estado ahí y la gente pues afortunadamente no ha dejado de buscarlo.

Ahora vamos al otro extremo. Todos tus productos son especiales porque son piezas únicas, pero, si no mal recuerdo, mencionaste que cuando te gustaba algo te lo quedabas, entonces, hasta ahorita, desde Viva la Lucha a Espiral, ¿Cuál es tu artículo favorito?… Ahora bien ¿Cuál te gusta hacer? aquel que disfrutes creándolo, un poco más que lo demás y ¿cuál dices, pues lo hago aunque no es como que lo que más me gusta?

H: “Tengo unos tenis, son los primeros que pinte. Les tengo un cariño muy especial y los tengo guardados; los hice para mí, son de lucha libre. Uno tiene la imagen del Santo y el otro al Blue Demon. Aún los tengo, ya no los uso, porque obviamente se desgastan, y todo este tema, pero los guardo con mucho cariño. Creo que son mis favoritos justo por ser los primeros, porque el resultado no fue malo y pues dieron pie a que mucha gente empezara a conocer mi trabajo y a partir de ahí surgieron los primeros pedidos, digamos fuertes de Espiral.

La segunda pregunta, yo creo que hay etapas. Disfruto todo, sino creo que ni siquiera lo haría o lo sacaría de mis productos a ofrecer en Espiral. En su momento fueron los muñequitos de luchadores, te digo me los compraban mucho los luchadores profesionales y eso a mí me encantaba (que un luchador profesional se fijara en mi trabajo, y me diera la encomienda de hacer sus productos oficiales), entonces en ese momento por la etapa que yo estaba viviendo con la lucha libre para mí era lo máximo.

Después fueron los tenis, llegar a ver en la calle a alguien con unos de mis tenis pintados (me llego a pasar) y fue esa sensación increíble. Me encanta la reacción de la gente cuando ve mi trabajo, casi siempre es de sorpresa, ello a pesar de que siempre les mando una foto del trabajo terminado. Siento que muchas veces la foto no hace justicia al trabajo y cuando la gente lo ve en físico, lo puede tocar y se lo puede poner, la reacción es increíble casi siempre. Disfruto mucho ese tipo de reacción y la reacción que me provoca que es de satisfacción y me pasa mucho con los tenis.

Actualmente el papel, me encontré con la versatilidad del papel y es lo que estoy disfrutando mucho ahora, en su momento también fueron las gorras, son etapas. Creo que en este momento disfruto mucho el papel, pero si me piden una gorra igualmente disfrutaría hacer una gorra, como disfrutaría hacer unos tenis, o como disfrutaría modificar un muñeco de luchador o de lo que quieran, es un trabajo sumamente divertido, entonces procuro disfrutarlo todo, no tengo como alguno que te pueda decir “lo hago porque me lo piden” porque no, he aprendido a disfrutar todo eso y te digo cada uno ha tenido su etapa y ahorita estoy con la etapa de papel, pero a todos les tengo mucho cariño.

Ahora bien, como pueden nuestros lectores adquirir tus productos?

H: “Directamente conmigo en la página de Espiral que está en Facebook, como @espiralcreaciones, igualmente en Instagram @espiralcreaciones. Son las dos redes sociales que manejo. No tengo una tienda en línea, aunque es algo que he estado viendo estos días, para que la gente tenga la posibilidad de únicamente dar un clic y que el producto llegue a su casa. De momento el único medio que manejo es ese, directamente conmigo en las dos páginas, ahí viene también mi número de Whatsapp, la gente se puede comunicar directamente conmigo para preguntar o para decirme alguna inquietud sobre algo que quiera de alguna manera específica e irlo desarrollando de la forma específica en que la gente lo quiera.”

Me imagino que las formas de pago que manejas es: efectivo y depósito bancario.

H: «Sí, son básicamente todas: efectivo, transferencia de depósito y también cuento con una terminal portátil para que tengan facilidad de pagar con tarjeta. Siempre pido un adelanto y se liquida hasta la entrega, esto porque hasta el día de hoy, todas las entregas son personales, salvo que estén en el interior de la Republica, ahí es vía paquetería, pero aquí en Cuidad de México, siempre entrego personalmente y la gente tiene la oportunidad de liquidar su cuenta hasta que ve, siente, incluso usa el producto terminado.”

En verdad, agradezco el tiempo que nos has regalado para conocer tu interesante proyecto, llamado Espiral, pero ya para finalizar con esta entrevista, ¿Podrías hacer una invitación, dirigida a nuestros lectores para que adquieran tus productos?

H: “Claro, quiero invitar a todos los lectores de la “Revista Il Pensiero” a que además de seguir todo lo que hacen en la revista, con contenidos interesantes, y apoyando a este sector que estamos emprendiendo; invitarlos a que conozcan “Espiral”, que se den una vuelta por las redes sociales, y tengan la oportunidad de obsequiarse u obsequiar un detalle único, original, especial y que no va a haber uno solo en todo el mundo, así que invitados están a que se den una vuelta por las páginas de “Espiral”, estamos en Facebook como “@espiralcreaciones, e igualmente en Instagram, son nuestras redes sociales principales y ahí podrán encontrar toda la información que requieran. También la pueden solicitar via inbox o whatsapp para que tengan la información necesaria y no solamente conozcan, sino que prueben y vean la calidad de los productos de Espiral.

Me agrado poder tener la oportunidad de conocer de primera mano este interesante proyecto, de descubrir el talento que tienes y la forma en que lo has sabido explotar para tu beneficio. En verdad agradezco el tiempo, porque sé que con tantos proyectos que manejas es muy difícil abrirte un espacio en tu agenda, pero sobre todo porque no tengo la menor duda que esta información podrá ser beneficiosa para alguno de nuestros lectores. ¡En verdad, gracias!

Ya saben estimados lectores, los esperamos en la siguiente entrega, en donde entrevistaremos a otro exitoso joven emprendedor. Si tú tienes algún conocido que desee aparecer en este espacio o quieres que anunciemos tu negocio, escríbenos al correo de la revista: revistailpensiero@gmail.com Espero que les haya gustado la entrevista, mi nombre es Oscare A. Modigliani y nos vemos en la próxima entrega de: Historias de emprendimiento.

Autor: revistailpensiero

Somos una revista dirigida a jóvenes emprendedores

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