AVISO OPORTUNO DE AMOR Y DESAMOR, MISIÓN ANTI SAN VALENTÍN.

Bienvenidos a una nueva entrega de su sección favorita. Sabemos que ya pasó el mes del amor, así que ahora daremos paso al anti valentín, nos pondremos darks, para dar paso al desamor. Siguiendo la misma dinámica de la entrega anterior, repasaremos historias que esta relacionadas con esa canciones de despecho que alguna vez nos han hecho llorar.

Recuerden que así como nuestros amigos, ustedes también pueden enviar sus mensajes, ya sea con dedicatoria o anónimos. ¿Quieres que le llegue tu mensaje a tu crush? La localizamos y le hacemos llegar tu mensaje. Pero bueno, si ya están listos para el chisme, prepara tus pañuelos y … ¡Comenzamos!

1.- SI ENCUENTRAN UN PEDAZO DE MI CORAZÓN… NO LO PISEN.

Espacio; Artista: Sous-Sol; Álbum: Mucho Gusto; Con licencia cedida a YouTube por Believe Music (en nombre de Cuatro Espadas); BMI – Broadcast Music Inc., Songtrust y 1 sociedades de derechos musicales

No sé si les ha pasado a ustedes, en mi caso, hay una canción que me da vueltas en la cabeza. Es una rolita que resume perfectamente mi situación sentimental. Desde la primera vez que la escuche en la radio, hicimos match, me ayudó a desahogarme, derramé unas cuantas lágrimas y eso me dio cierta calma.

Estoy en una encrucijada amorosa que difícilmente tendrá una resolución favorable. En el trabajo conocí a una hermosa mujer, Hazel, hasta su nombre es perfecto, ya que ese es precisamente el color de sus ojos. Ella me atrajo como la luz negra atrae a los mosquitos, no dude en acercarme a ella para conocerla, a lo mucho tarde una semana para invitarla a salir.

Las veces que salimos la pasamos increíble, nos reímos hasta que nos dolió el estómago, me encantó conocer su pasado, sus pensamientos, su forma de ser y no sé en qué momento las cosas se torcieron y de cierta forma, terminó envistiéndome con el título de mejor amigo.

Hazel, es un amor de persona: es tierna, cariñosa, tiene detalles que me alegran el día, aunque al mismo tiempo, no para de agradecerme por ser su amigo, lo remarca como si ello fuese importante en su vida.

No soy ingrato, en verdad me alegra ser alguien importante en su vida, aunque, siempre tuve la esperanza de que algún día ella se diera cuenta de que valgo la pena para ser algo más que un amigo. Soy amable, atento, siempre estoy ahí cuando me necesita. Mi esperanza se fue al caño cuando conoció a Mario, su actual novio.

Para mí es un martirio observar sus ojitos enamorados cuando me habla de él. Esas tiernas avellanas nunca me miraron de esa forma. Me lastima cuando ella no para de decirme cuan maravilloso es aquel idiota o lo increíble que la pasó en sus citas románticas. Quisiera pedirle que pare de torturarme de esa forma, únicamente sonrió como idiota y muero en silencio.

Me encantaría poder pasar la página, conocer a una chica que realmente me valore, que nuestro amor sea reciproco, pero la sola idea de separarme de Hazel me mata. Sufro al imaginarla triste al saber que me he ido o pensar que ella se da cuenta de su error y finalmente es tarde para que estemos juntos.

Hay una frase de la canción en donde mi corazón se rompió en miles de pedazos, porque tiene mucha razón… “¿Cómo podría estropear lo poco que tenemos y que me da?” Su amistad no es suficiente para mí, sin embargo, es lo único que tengo y creo que de cierta forma, un tanto enfermiza, así soy feliz.

2.- CRUDA… REALIDAD.

Si mi vida en este momento estuviera siendo proyectada en una película, este es el instante en que estoy tirado en la sala de mi casa, rodeado de basura, vestido con pijama, siendo las tres de la tarde y una voz de fondo dice “Este soy yo, pero no siempre fui así… ¿quieres saber cómo es que llegué aquí?

Seguramente mi introducción fue influida por todas las series y películas que he visto, mientras me siento miserable. Pues bien, mi vida no siempre fue así, hasta hace unos meses era feliz, un hombre con determinado éxito, tengo un negocio, una casa, un coche y una mujer que era fantástica en todos los sentidos.

Cuando estás en lo alto, a veces te dejas embriagar por todo lo que te rodea y cometes errores que pueden costarte mucho. Karen, es la mujer con la que compartí diez maravillosos años de relación, nos conocimos en la preparatoria y nunca nos separamos. Pasamos momentos buenos y malos pero siempre estuvimos juntos. No temo decir que todo lo que tengo se lo debo a ella, porque fue quien me apoyó siempre, aún cuando muchas personas cercanas me dieron la espalda.

Alguna vez escuche decir que casi siempre la felicidad se encuentra en nuestras manos, pero no sabemos apreciarla, pues bien, como se imaginarán, no supe apreciar a Karen. En los diez años de relación nunca dimos el siguiente paso, a pesar de que vivimos juntos, nunca quise casarme aún cuando seguramente ella lo esperaba. La simple idea de hablar de hijos me pone los pelos de punta, mientras que ella creo que esperaba tenerlos algún día. Quitando esas pequeñas grandes diferencias todo era maravilloso, hasta que las cosas me salieron muy bien en el trabajo y conocí a una chica a la que nunca quise, simplemente me dejé llevar por la calentura y lo perdí todo.

Karen se enteró, intenté explicarle, sin embargo, como era lógico, ella me dejó. Antes de todo esto había escuchado la canción de los Hombres G, porque Karen es fan del grupo, nunca le había puesto atención hasta ahora y la verdad me sorprende porque es un espejo de lo que estoy viviendo. Nunca me había pasado que algo fuera el reflejo exacto de lo que estás viviendo en un instante y aquí sucedió.

Es la primera vez que estamos separados, en verdad temo que esto sea para siempre, porque a pesar de todos mis errores, la amo y no quiero perderla. En fin, espero que de alguna forma ella lea esto y se de cuenta de que estoy completamente destrozado, aun así, de una forma u otra lucharé por recuperarla.  

3.- LA NOCHE TRISTE.

Esa noche · Café Tacvba Re ℗ 1994 Warner Music México, S.A. de C.V. Producer: Gustavo Santaolalla and Anibal Kerpel Engineer, Mixer: Tony Peluso Composer, Lyricist: Enrique Rangel Composer, Lyricist: José Alfredo Rangel

Esta historia sucedió cuando iba en el segundo año de la preparatoria. En aquellos tiempos, aún era un joven ciertamente inocente en cuestiones del amor. Había una chica que me gustaba, se llamaba Beatriz, había veces en que nuestras miradas se cruzaban y reíamos. Por miedo al rechazo es que no le hablé, sin embargo, se me ocurrió dirigirme a su amiga Norma, para que ella fuera quien me la presentara.

Hay un refrán que me encanta porque enmarca de forma brillante el desarrollo de mi historia: “Uno pone, Dios dispone, llega el Diablo y todo lo descompone”. Una tarde se presentó la oportunidad de conocer a Norma, se supone que hablaría con ella para conocer un poco más de su amiga y que me la presentará. Sin embargo, ese día charlamos de nosotros, reímos con mis tonterías y soltamos carcajadas cuando se voló el plato de mi cuernito. Ese día pensé que había nacido una bonita amistad, sin imaginarme lo que estaba por venir.

Conforme pasaron los días, Norma y yo nos volvimos más íntimos, pasábamos largas horas charlando por teléfono y en persona, hablábamos de todo, menos de su amiga, aquel plan había quedado en el olvido. A la salida, nos acompañábamos, aún cuando ella tendría que seguir una dirección distinta a la mía. De hecho, me da risa recordar la primera vez que ella se auto-invitó a comer a mi casa. Me encantaría poder haber visto mi reacción, sobre todo cuando llegué y la presente a mis padres. Ella se supo desenvolver perfectamente por lo que siempre fue bienvenida en casa.

En aquel momento, seguramente debido a mi inocencia, no me percaté de sus indirectas, de sus verdaderas intenciones, por lo que Norma tuvo que ser directa para hacerme saber que le gustaba, ella también me gustaba, aunque posiblemente no lo había asimilado o tal vez simplemente no sabía bien que hacer.

No sé si les ha pasado que se sienten tan a gusto en una situación que temen mover algo que rompa con el momento, pues eso sucedió en dos partes. La primera fue cuando finalmente aquella carga emocional cedió y supe que debía de hacer algo. Una noche nos besamos, todo empezó como un reto, un juego que tendría múltiples consecuencias, con ese tierno e inocente ósculo, supe que no debía dejar ir a aquella mujer.

Era cierto que había mucha diferencia entre los dos, para empezar la edad, ella tenía mayor experiencia y yo estaba muy verde. Ciertamente aun creía en las historias de amor, en donde todo tiene que ser perfecto, donde un hombre debe de esforzarse por declararle a la mujer su afecto de una manera inigualable.

Los días después de aquel beso fueron maravillosos, me encantaba estar con ella, besarla, sentirme querido y brindarle mi cariño. Juntos acudimos al concierto de Manu Chao, la pasamos tan bien, que decidí que me le declararía en el siguiente concierto, el más esperado, el concierto de Café Tacuba que se llevaría a cabo en la plancha del Zócalo capitalino, de hecho, lo haría cuando el grupo tocara una canción que a ella le gustaba “Las flores”.

Una noche antes no pude ni dormir de la emoción, en mi mente repasaba una y otra vez mi plan. Trataba de memorizar mis palabras para que cada una de ellas tuviera la fuerza precisa para entrar en su corazón, quería que supiera cuan feliz era estar a su lado.

El día del concierto, todo parecía ir conforme al plan, lo único que no había previsto eran mis nervios, me preocupaba que ella lo notara y de cierta forma, echara a perder la sorpresa. Traté de relajarme pensando que no había forma en que las cosas salieran mal, no ese día.

El lugar estaba a reventar, todos se empujaban unos a otros, aunque a pesar de ello, reinaba una buena vibra en el ambiente. Intenté no separarme de Norma, aunque en ciertas partes parecía una tarea difícil, nos abrimos paso junto con otros amigos hasta encontrar un buen lugar para apreciar el concierto. El lugar me parecía fascinante, había magia en esos instantes, el corazón me latía aceleradamente por los nervios, eran muchas emociones vibrando al mismo tiempo.

El grupo salió al escenario, todas las almas ahí convocadas se fundieron con las primeras canciones. No tenía idea del momento en que tocarían la canción esperada para declararme, por lo que intentaba estar alerta y no dejarme llevar por el momento. De pronto, en la segunda o tercera canción, unos compañeros del salón aparecieron, se acercaron a Norma, le dijeron algo al oído, ella solamente me hizo la seña de que regresaría en un momento, dejándome ahí esperando con otros amigos.

El concierto avanzó, hasta que finalmente pude reconocer los primeros acordes de la canción esperada, voltée a todos lados intentando encontrar a Norma, pero ella no estaba. Me hice paso entre la multitud para dar con su paradero, era como encontrar una aguja en un pajar. La canción esperada terminó, estaba desesperado buscándola, por un momento pensé que le había pasado algo ya que no comprendía porque se había desaparecido de esa forma. Grite su nombre, pero no hubo respuesta, mis gritos se ahogaron con las voces de las personas que entonaban las canciones de Café Tacuba.

Estaba resignado a que nunca la encontraría, el concierto estaba por terminar, no tenía ganas de seguir ahí, por lo que regresaría a casa. El grupo entonó la canción “Esa noche”, fue cuando la vi, ella estaba en una esquina, acompañada por los chicos que la fueron a buscar, eso no fue lo doloroso, sino verla besándose con uno de ellos. ¡vaya coincidencia de la vida! En ese momento sonaba “no me hubieras dejado esa noche, porque esa misma noche encontré un amor

No supe qué hacer, cómo reaccionar, simplemente me quedé inmóvil, el único movimiento que hubo fue el de mis lágrimas que se asomaron. No sé qué me dolió más, verlos besarse o verla a ella feliz, disfrutando del concierto. La última coincidencia de la noche fue cuando una rima de la canción me sacó de mi shock “Más ahora que recuerdas, a mis brazos vuelve ya. Seré por siempre tu amante, tu novia: la soledad”. Esa triste noche, cuando nos separamos, ella terminó con un nuevo amor y yo terminé caminando con mi soledad.

4.- HUELLAS DEL PASADO.

Recuerdo que cuando era niño, en la madrugada, solía despertarme exaltado con la canción “Me cansé de rogarle, de Pedro Infante”. Ello significaba que mi tío Julio acababa de llegar de la cantina. Lo primero que hacía al encerrarse en su cuarto, antes de seguir bebiendo, era poner esa canción en un elevado volumen. La cantaba a todo pulmón, con un sentimiento que no le he visto a nadie, lloraba a mares hasta quedarse dormido.

Por algún tiempo odié esa canción. Primero porque era nefasto escucharla una y otra vez, como si fuera la única canción que se tocara en la casa cuando estaba mi tío Julio, el único momento de paz era cuando este se iba a la cantina a embriagarse.

Como era un niño, no lograba comprender el dolor que cargaba mi tío Julio, un dolor tan grande que lo orillaba a siempre estar borracho o llorando desconsoladamente gritando a los cuatro vientos cosas incomprensibles. Mi madre me dijo que su hermano no siempre fue así, antes era un tipo alegre, trabajador y amoroso. Ella siempre pensó que su hermano solamente estaba siendo dramático, que pronto se le pasaría, pero esa situación duró algunos años.  

No puedo olvidar aquella mañana del tres de marzo, cuando aquella canción sonaba una y otra vez a todo volumen, mi madre no podía hablar por teléfono con mi padre por todo aquel ruido que emanaba del cuarto de mi tio Julio.

Ella le gritó suplicándole que le bajara a su escándalo, como no hubo respuesta me envió a mí a tocarle, pero tampoco respondió. Ella estaba hecha una furia, la tenía harta esa canción, o, mejor dicho, toda esa situación de su hermano incómodo. Sin pensarlo, sin mediar una palabra, se abalanzó contra la puerta de la recámara de mi tío, seguramente para destrozar aquel aparato de sonido que nos torturaba, sin embargo, nunca se esperó que lo primero que encontrara fuera el cuerpo colgado de su hermano. No se volvió a hablar del tema por años y esa canción estaba prohibida.

Hace unos meses, mientras hacía limpieza en la casa, encontré una caja que contenía unas cartas que escribió mi tío Julio, a su novia Marisol. Por lo escrito en alguna de ellas, me enteré que ellos se iban a casar, tenían planeado un futuro juntos, pero ella decidió casarse con alguien que le iba a proporcionar un mejor futuro.

La historia me dejó intrigado, mi madre no me iba a contar nada, así que me puse a indagar con otros familiares, quienes corroboraron lo de las cartas y me dijeron que mi tío le rogó a su novia para que regresaran, pero ella lo rechazó y humilló en varias ocasiones. Finalmente, Marisol tuvo un accidente en su luna de miel, donde perdió la vida. A pesar de todo el daño que le hizo a mi tío, a este le dolió mucho la noticia, de la cual nunca se recuperó.

Ahora, cuando escucho esa canción comprendo todo el dolor que cargaba mi tío Julio, quisiera haberlo podido ayudar, pero el hubiera no existe. Solamente queda recordar a nuestros seres queridos con amor y respeto.

5.- ¿ENTONCES SOMOS LOS MALOS?

Hay mujeres a las que no les gusta mirar atrás, cuando tienen un pasado tenebroso, tratan de olvidar los malos tragos que una va sufriendo. Tuve un momento oscuro en mi vida amorosa, me tocó sufrir, pero en vez de olvidarlo, le puse himno.

No puedo considerarme la mujer chingona que soy, sin recordar también como me hicieron daño, aunque lo más importante es también no olvidar como me levanté.

Para no ir más lejos, contaré brevemente mi historia esperando que a alguien le sirva. Hace aproximadamente tres años, conocí un chico que cumple con todas las características físicas para encumbrarlo como un príncipe azul. Él siempre era atento conmigo, cariñoso, éramos la envidia de todos, pero en algún momento de la historia todo se torció.

Él (disculpen, pero no quiero ni mencionar su nombre) perdió su trabajo y entró en depresión, en todo momento lo apoyé, pero su frustración la desquitaba en mí: me insultaba, me humillaba y llegó a abusar ciertamente de mí. En aquel momento justificaba sus acciones pensando que era por su depresión debido a su despido, pero creo que en realidad esa era su forma de ser. No sé en qué instante empecé a creerme todas sus palabras, sentía que él tenía completa razón, yo era el problema, era quien lo hacía sufrir y por ello debía de dejarme pisotear.

Fueron dos largos y tortuosos años de relación tóxica, hasta que finalmente no aguanté más y terminé con todo. Sabía que iba a ser difícil no caer en sus mentiras, por lo que me alejé y decidí no volver nunca más. El problema es que él me buscaba me rogaba que regresáramos. Era muy insistente conmigo, creo que eso ya hasta era acoso, no solamente me insistía a mí, sino que iba a llorarle a mi familia y amigos. El tipo tenía tan buena labia, que muchas amistades y algunos parientes se alejaron de mi por “culera”, para todo yo era la mala del cuento.

Creo que por eso decidí que “Somebody that i used know” fuera un himno, casi puedo escucharlo a él reclamándome porque cambié de celular, porque no le respondo los mensajes, por ser quien lo dejó, cuando en verdad él es un ser tóxico que necesita con urgencia ir a terapia. Toda esa situación me ayudó a darme cuenta de lo que valgo, así como saber quiénes realmente son mis amigos.

6.- ES TRISTE, PERO ASÍ ES.

Escribo esto con los ojos rojos de tanto llorar, lo que siento es difícil comprenderlo, entenderlo o mejor dicho… vivirlo. Tengo el corazón destrozado, aunque al mismo tiempo siento una insana felicidad, que no es producto de mi alcoholizado cuerpo.

Cecilia era el amor de mi vida, aquella mujer por la que estaba dispuesto a darlo todo sin condición. Ella me hizo saber lo que es amar, entregarse completamente a otra persona sin pedir algo a cambio. Nuestra relación no fue perfecta, lo sé, pero siempre me esforcé en dar lo mejor de mí.

Nuestras metas posiblemente no eran las mismas, ella quería formar una familia y yo quería perseguir mis sueños. Ella anhelaba un hombre que le diera estabilidad en todos los sentidos y yo aún busco definir lo que quiero ser. De lo que no se me puede acusar es de haberla amado sinceramente, de que todo mi mundo fuera ella.

Todo terminó y siempre tuve la esperanza, aferrándome a todo ese amor que nos tuvimos, en que algún día regresaríamos. Recuerdo que alguna vez, en una de mis tantas borracheras, le dije, que la amaba tanto que no me importaba si era feliz con alguien más, lo importante era verla sonreír y le dediqué esta canción. Bien dicen, “ten cuidado con lo que deseas”

Cecilia conoció a un chico al cual definió ella como el amor de su vida. Al parecer yo no llené nunca ese lugar. No tardó mucho su relación, por lo que dieron el siguiente paso, hace dos semanas recibí una invitación a su boda. La noticia me fulminó por completo, solamente me mantenía de pie el verla contenta, creo que nunca la vi tan feliz como en aquel instante en que me dio la gran noticia. Me sumergí en lo más profundo del infierno al darme de bruces con la realidad.

Todavía tenía la esperanza de que ella se arrepintiera de último momento, pero eso no sucedió, al contrario, creo que para ella fue el mejor día de su vida y el peor para mí. Mierda, aún cuando estaba deshecho, me dio gusto verla vestida de blanco, tomada del brazo de alguien que posiblemente la hará feliz. Disculpen si mi historia es ciertamente inconsistente, pero aún estoy ciertamente ebrio y no quiero dejar de estarlo. ¡Salud!

7.- LA CANCIÓN QUE ME DESTROZA EL ALMA.

Hay una canción que tiene el poder de hacerme llorar desde los primeros acordes. Que conste que, Edgar Oceransky, no es uno de mis cantantes de trova favoritos, sin embargo, su canción hace que mi corazón se rompa en miles de trocitos, pequeñitos como la diamantina. Una persona a la que amé con toda mi alma me la canto en una serenata, ese recuerdo lo guardo con mucho cariño, por el momento y todo el contexto es que esa canción significó mucho para mí.

 ¿No les ha pasado que conocen a una persona que quieren mucho, pero por más que lo intenten ambos son incompatibles? Hace algunos años, cuando asistía a la prepa, conocí a un chico llamado Felipe, fue amor a primera vista. Creo que hasta la fecha sigo pensando que es el chico más guapo que he conocido en mi vida, aunado a que tiene una personalidad de chico malo que simplemente te derrite.   

No sé porque siempre tendemos a querer pensar que podemos cambiar a alguien para moldearlo a nuestras necesidades con la justificación que es por su bien. En este caso, siempre fue una lucha constante de uno y otro por cambiarnos mutuamente. Yo quería estabilidad, que formáramos un hogar, que tuviera un trabajo estable que nos sacara adelante. Él por su parte esta aferrado a sus sueños de ser músico, de romper los esquemas tradicionalistas impuestos por la sociedad y vivir a nuestro libre albedrío. Nuestra relación duró ocho años, con cuatro pausas, por lo que era el novio por el que me decían “amiga date cuenta” y odiaban cuando les decía que había regresado con mi ex.

La primera vez que terminamos fue porque según él yo no era muy cariñosa, mejor dicho, no le quería dar la prueba de amor. Lo busqué, prometimos que cambiaríamos y regresamos. La segunda vez, terminamos por una tontería, él sentía que mi familia lo odiaba y se oponían a nuestra relación. Ello no era del todo cierto, aunque era verdad que no lo querían, mis padres nunca intervinieron en nuestra relación, más bien, él era quien estaba ciertamente frustrado. Él se disculpó, salimos nuevamente unos meses y al poco tiempo me fui a vivir con él.

Vivir juntos fue pasar del cielo al infierno, ahí fue cuando nos dimos cuenta que somos incompatibles, eran pelear día y noche por cosas insignificantes, había veces en que no sabía ni porque habíamos peleado. La relación se desgastó, finalmente me fui de la casa y cada quien marchó por su lado.

Cuando pensé que la relación había terminado para siempre, sentía que las heridas empezaban a sanar. Él se presentó en mi casa cantando esta canción, fue en ese instante donde volví a caer en sus redes. Esa vez no me fui a vivir con él, decidimos que iríamos más lento, supuestamente ahora haríamos las cosas bien, pero al mes, aproximadamente, él me puso el cuerno y ahí si ya todo valió.

Cada vez que escucho “Sigo amándote” lo recuerdo con cariño, intento olvidar todo lo malo que sucedió y seguir con mi vida. Si se preguntan si regresaría con él, les diría que no, aunque no estoy tan segura de mi voluntad.

Esta entrega estuvo llena de mucho dolor, prometemos sinceramente, que para la siguiente, la equilibraremos para no terminar cortándonos las venas con tanto dolor. Para quienes nos escribieron les mandamos un fuerte abrazo, esperando que esas heridas que tienen en su corazón, sanen pronto.

Recuerden que pueden enviarnos sus historias, mensajes, anécdotas, declaraciones de amor y más, al correo: revistailpensiero@gmail.com o también por este medio o en las redes sociales de su preferencia. Nos vemos en la siguiente edición, les deseamos los mejores deseos en el amorts.

Autor: revistailpensiero

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